Localidad de unos 1.000 habitantes junto a la carretera AV-P-711 y cercana a la AV923. Dista de Ávila 77,4 km.

Se enclava en las laderas meridionales del macizo occidental de Gredos, en pleno Parque Regional y el valle del Tiétar, en uno de los entornos naturales más diversos de las sierras abulenses, junto a una de sus mayores concentraciones de patrimonio, cultura y empresas de turismo activo: Arenas de San Pedro, Guisando, las Cinco Villas, El Hornillo, Poyales del Hoyo o Candeleda.

Su término es uno de los más elevados en la comarca. Por encima de él, ninguna población, solo las montañas y chozos de pastores en paisajes de Heidi (el cuevo de los Tesillos, el de Romanias, del Tío Cristos…). De ahí su desnivel abrupto desde las cimas por encima de los 2.000 metros, por ejemplo Peñita Arenas, la Cabrilla o el Mojón de las Tres Cruces. La vertiente nutre arroyos, gargantas, fuentes y los ríos Arenal y Zarzoso, con zonas de baño y piscinas naturales. Para recorrer una de las rutas acuáticas ni siquiera hay que salir de El Arenal, la trazan al menos seis fuentes de punta a punta.

El murallón de Gredos asegura un clima relativamente suave, aunque en El Arenal, por su altura, es más fresco y contrastado que el de sus vecinos. Pero despliega la misma diversidad vegetal de influencia mediterránea: bosques de castaños y pinos silvestres, olivos y sabinas, frutales como los cerezos, especies de ribera en los sotos… En otoño las especies caducifolias colorean la vista.

La arquitectura tradicional se concentra en el barrio de las Olivillas y las calles Cuesta del Cristo y Felipe Vinuesa, que también acoge una de las casas palaciegas, la de la Inquisición. Calles empinadas y estrechas, viviendas encaladas, algún que otro balcón…  Rara avis: la casa de la Linda, una especie de pósito que almacenaba el diezmo y se considera la construcción más antigua de El Arenal. Vistosa por rústica, precisamente. El ayuntamiento, granítico y enorme, como es costumbre en los pueblos al sur de Gredos. La iglesia renacentista de Nuestra Señora de la Asunción también es fiel a un elemento típico de la zona, aunque no en todos lo templos: el campanario encalado sobre una gris base de sillares, combinación de materiales y colores también presente en algunas casas. Y una colección de ermitas: una en el centro, dos a las afueras y otra campestre, en el paraje de las Majadas, que alberga un centro de interpretación de las aves.